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En un sentido amplio se entiende la rendición de cuentas en una organización como el conjunto de derechos y responsabilidades existentes entre los miembros de una organización y las estructuras que afectan a su trabajo, sus relaciones laborales y cultura organizacional.
La rendición de cuentas en las organizaciones incluiría entonces tres dimensiones:
(1) Obligatoriedad: derecho a obtener una respuesta por parte de los miembros de la organización y la obligación de darla por parte de las partes.
(2) Exigibilidad: capacidad para asegurar que una acción se lleva a cabo y sancionar si ello no ocurre.
(3) Evaluabilidad: valoración positiva o negativa de la organización y de los miembros de la organización.
Esto lleva a diferentes modelos de rendición de cuentas según su carácter:
(1) Control a la dirección y las estructuras de gestión de la organización: combina modelos obligatorios (control interno obligatorio de la organización) y voluntarios (por ejemplo, comparecencias ante todos los miembros de la organización);
(2) Carácter jurídico o legal, marcado por la obligatoriedad, exigibilidad y cumplimiento de las normas, incentivos y sanciones;
(3) Carácter de gestión de recursos (financieros, humanos, equipos de trabajo, relaciones laborales y cultura organizacional), marcado por la exigencia y obligatoriedad de auditoría, evaluación o valoración respecto a la norma.
Entiendo la transparencia en la organización es una amalgama de elementos que permiten el fortalecimiento de la cultura organizacional, la comunicación y la participación, al tiempo que se trata de una herramienta para el acceso a la información y la rendición de cuentas, permitiendo poner en marcha un proceso de interacción entre actores de la dirección de la organización y los miembros de la organización. La experiencia indica que la rendición de cuentas sin transparencia no funciona, ya que las políticas de transparencia permiten la apertura y disponibilidad de información para permitir la rendición de cuentas.
La rendición de cuentas es un círculo virtuoso en el que interactúan en un ciclo de vida los siguientes elementos:
(1) Establecimiento y claridad de las normas de las que estamos hablando (gestión y evaluación del desempeño, seguridad, comunicación, reconocimiento…).
(2) Transparencia (provisión de información basada en mecanismos para rendición de cuentas (ejemplo feedback 360).
(3) Evaluación (proceso de comparación de los compromisos adquiridos con el alcance de los objetivos propuestos).
(4) Consecuencias: Incentivos en caso de cumplir y Sanciones en caso de no cumplir con las normas (mecanismos con los que los actores/miembros aprueban o no el desempeño de la organización).
Por otra parte, podríamos señalar que, a la inversa, es difícil salir del círculo vicioso de una débil rendición de cuentas cuando no hay normas y la transparencia es de aplicación selectiva, no hay cultura de evaluación, ni mecanismos para incentivar el buen desempeño (o sancionar el mal desempeño).
Referencias
Rodríguez-Ariza, C. (2009). La gestión de la información en organizaciones de desarrollo. Serie CECOD. Número 11
Toledano, J. M., Guimaraes, J., Illán, C., & Farber, V. 2008, Buenas prácticas en la cooperación para el desarrollo. Rendición de cuentas y transparencia, La Catarata, Madrid.