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Comenzamos en el post anterior “La reforma criterios de evaluación del CAD: una oportunidad, los retos continúan” a hablar de la reforma de los criterios, y cómo esto implicaba oportunidades, aunque los viejos retos continúan, estos retos tienen que ver con su (I) propósito, (II) uso, (III) claridad y (IV) aplicabilidad·práctica”:
(I) Propósito de los criterios: En la práctica evaluativa, el propósito de los criterios de evaluación normalmente no está claro, ya que suelen verse como una imposición más que como soluciones alternativas para nuestro proceso de evaluación:
1. Normativo (imposición): Los criterios juegan un papel de apoyo (lentes o perspectivas alternativas para ver la intervención) PERO normalmente, “en la práctica”, se perciben con un papel normativo (obligatorio), es decir, no se entienden…
2. Perspectiva de silos (fragmentada / reduccionista). Los criterios se utilizan normalmente de forma reduccionista, aislada y como parte de un lenguaje y un mundo (el nuestro, es de l@s evaluador@s) en algunos momentos abstracto, complejo e ininteligible:
-Criterios (sólo) de/para la evaluación, CUANDO/PERO podrían usarse más allá de la evaluación, para el seguimiento y la gestión de resultados, y para la planificación estratégica y el diseño de intervenciones.
-Criterios (sólo) después de la intervención, CUANDO/PERO podrían integrarse mejor con el ciclo de la intervención, y utilizarse también antes y durante la intervención
Continuará