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Dentro de nuestra serie sobre «Facilitación«, completamos el post del gran facilitador y persona Ewen Le Borgne «10 mandamientos de la facilitación grupal«
Como él mismo indica y queda claro en su forma de facilitar, a Ewen no le gustan las reglas. No le gustan las limitaciones. Sin embargo, en contra de sus principios, y por suerte para nosotr@s, simples mortales sin tantos principios y necesitados de guía(s), Ewen nos ofrece sus «mandamientos» de facilitación.
Aquí están sus mandamientos o consejos:
1. «Mantengámonos alejados del contenido, gestionemos el proceso»
El papel de un facilitador es reflejar el mantra “ayudar a todos a pensar lo mejor posible”.
2. Seamos la única persona que trabaje ABSOLUTAMENTE en el interés de TOD@S
Al centrarnos en el proceso y no adoptar ningún sesgo en ninguna conversación involucrada, el facilitador puede liberarse para prestar atención a cómo lo están haciendo todos y proteger el espacio seguro y el tiempo de todos para expresarse.
3. A lo largo del camino, desarrollemos para todos la «alfabetización del proceso«
Como facilitador@s poseemos una sólida visión, mucho conocimiento y o habilidades críticas del proceso.
4. Siempre que podamos, involucremos y co-facilitemos con otr@s, preferiblemente personas que sean miembros del grupo con el que estamos trabajando. De esta manera, no solo estamos compartiendo un poco de alfabetización del proceso con tod@s, sino que desarrollamos, fundamentalmente a través de la experiencia conjunta con ell@s, gran parte de ese proceso de alfabetización con personas que desempeñarán directamente un papel co-facilitador en el proceso.
5. No nos enamoremos de nuestros propios intereses, deseos, aficiones, no se trata de nosotros sino de ELL@S
Cuando trabajemos seriamente con un grupo, respetemos nuestro compromiso con ellos y sigamos pensando continuamente en lo que hay para ell@s.
6. Recuerda tu yoda interior: abraza tu yo ético
Cuando estemos en la sala, facilitando, no tenemos espacio para colorear nuestras declaraciones política o éticamente. Pero antes, al diseñar el proceso, tenemos derecho, y quizás deber, de seguir nuestro propio código ético: pensando particularmente en cómo ve la dinámica de inclusión, diversidad, representación, toma de decisiones transparente. Seamos muy conscientes de cómo se contribuye a un entorno y una dinámica saludables (o no tan saludables) en los grupos con los que trabajamos al no hacer algunas preguntas críticas por adelantado.
7. Seamos conscientes de quién somos: el «yo como instrumento»
Conócete a ti mism@ y trabaja contigo mism@ en la sala. Sepamos qué es lo que desencadena tanto positiva como negativamente. Lo que es probable que nos haga más entusiastas y menos avers@s a los riesgos, y lo que lo desconcertará. Cuanto más nos conozcamos a nosotr@s mism@s, con todas nuestras debilidades y fortalezas, más podremos servir a los demás de manera plena e incondicional.
8. Seamos la facilitación que se quiere ver en todo lo que hacemos.
No limitemos nuestra práctica de facilitación a los eventos y las iniciativas de colaboración en las que trabajamos. Apliquémoslo a nuestra vida, a nuestro trabajo y siempre que sea deseable a nuestras relaciones personales. Brindemos apoyo, seamos útiles, escuchemos activamente, seamos conscientes de los resultados, seamos colaborativos.
9. Autorreflexión y superación personal
“Aprendemos fallando hacia adelante”. El pensamiento de crecimiento impulsa a l@s mejores facilitador@s. Y además, es posible que necesitemos la retroalimentación de otros para ayudarnos a cubrir nuestros puntos débiles y ayudarnos a crecer, lo que allana el camino para el último, pero ciertamente no el menor de estos mandamientos …
10. ¡Trabajemos con (muchos) otros y seamos agradecidos!
Facilitar es inherentemente colectivo. Ya sea que ayuden a diseñar, co-facilitar, documentar, administrar el tiempo, administrar las plataformas técnicas, revisar los trabajos, cuanto más involucre a los demás, más activa se vuelve toda la multitud y es más probable que inviertan más de sí mismos en el tiempo que pasan juntos. y en la construcción de relaciones de calidad entre ellos.
Sigamos soñando con trabajar en grupos y con facilitar la colaboración