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El informe “ANÁLISIS DE LA FUNCIÓN DE EVALUACIÓN EN EL SISTEMA DE LAS NACIONES UNIDAS (2014)” preparado por Sukai Prom-Jackson y George A. Bartsiotas contiene los resultados de un estudio de la “UN Joint Inspection Unit (JIU)” sobre la evolución, el desarrollo y el avance de la función de evaluación en el sistema de las Naciones Unidas. El estudio abordó las siguientes preguntas: ¿Ha habido avances en el crecimiento y desarrollo de la función de evaluación en el sistema de las Naciones Unidas? ¿Cuál es el nivel de desarrollo de la función de evaluación? ¿Cuál es su capacidad para apoyar a las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas y su respuesta a demandas, cambios y desafíos? ¿Cómo ha añadido valor? ¿Qué enfoques alternativos existen para una función de evaluación eficaz que sirva al sistema de las Naciones Unidas en el contexto actual?
El siguiente es un resumen de las principales conclusiones y los hallazgos de apoyo y los temas clave abordados en el informe:
A.Función de evaluación central
1.La función de evaluación central ha crecido a lo largo de los años, esforzándose por lograr la calidad y la eficiencia, pero el nivel de compromiso con la evaluación en todo el sistema de las Naciones Unidas no está a la altura de la creciente demanda e importancia de la función.
2.La calidad de los sistemas, mecanismos, procesos y productos de evaluación varía en todo el sistema de las Naciones Unidas. Las organizaciones se pueden categorizar en cuatro grupos según el nivel de desarrollo de sus respectivas funciones de evaluación. En la mayoría de los casos, el nivel de desarrollo se ve afectado por el tamaño de la organización, los recursos asignados a la evaluación y la ubicación estructural de la función.
Entorno/Contexto adecuado
3.En el desarrollo de sus funciones de evaluación, las organizaciones se han centrado más en responder a las demandas de rendición de cuentas y no han abordado plenamente otros elementos importantes, como el desarrollo de una cultura de evaluación y el uso de la evaluación como un instrumento de aprendizaje para la organización. Eso limita la sostenibilidad de la función y el valor agregado de la evaluación. No hay una visión y una estrategia global para la evaluación en el marco institucional, que esté anclada en el mandato de la organización, los objetivos corporativos y las agendas de reforma, lo que daría como resultado un enfoque equilibrado del desarrollo de la función.
4.La función de evaluación del sistema de las Naciones Unidas carece de recursos y está sobrecargada.
Credibilidad de la función: independencia y calidad
5.Se ha avanzado en mejorar la credibilidad de la función aumentando su independencia y emitiendo informes de evaluación de mejor calidad, pero es necesario hacer más, en particular para abordar la independencia estructural, la garantía externa de calidad de la función y la calidad de la informes.
Utilidad: uso de la evaluación y efecto del uso
6.Las organizaciones no están predispuestas a un alto nivel de uso de la evaluación para respaldar la política basada en la evidencia y la toma de decisiones para el establecimiento de la dirección estratégica, la mejora programática de las actividades y las innovaciones.
Disponibilidad para apoyar el cambio
7.Factores como los diferentes mandatos y modelos operativos de las organizaciones de las Naciones Unidas, la tendencia hacia el “efecto silo” – sin pensar en términos estratégicos amplios ni considerar alianzas y alineaciones más amplias dentro y entre los organismos de las Naciones Unidas – y el nivel generalmente bajo de la capacidad de evaluación en varias organizaciones obstaculiza la capacidad de la función de evaluación para desempeñar un papel clave en impulsar el cambio en el sistema de las Naciones Unidas. A ello se asocia la estructura funcional desagregada del sistema de las Naciones Unidas.
B.Función de evaluación descentralizada
8.La ausencia de un marco institucional global y bien definido, basado en políticas de evaluación o gestión basada en resultados, hace que la función descentralizada sea frágil.
9Las políticas, normas y estándares y los recursos para las evaluaciones descentralizadas son inadecuados.
10.La credibilidad de la función descentralizada ha mejorado, pero aún queda mucho por hacer.
11.El uso y el aprendizaje de la evaluación descentralizada están limitados por una cultura organizativa que se centra sobre todo en la rendición de cuentas y la capacidad de respuesta a los donantes.
12.La función descentralizada tiene un papel importante que desempeñar para abordar los cambios actuales y emergentes y las reformas del sistema de las Naciones Unidas, pero debe ser parte integral de un enfoque estratégico general para el desarrollo de la función de evaluación para que pueda hacer una contribución